top of page

El omnipotente saturado

Pragmático, resolutivo y solidario

Más allá de tu evidente destreza en tu área de trabajo, que enfocas como una vocación y desempeñas con entusiasmo, eres una persona pragmática, solidaria y resolutiva. Sin embargo, este exceso de talento y motivación te lleva a asumir demasiadas responsabilidades, en particular en el ámbito administrativo o/y relacional. Aunque enfrentas cada desafío con una sonrisa, esa omnipotencia puede llevarte a una sobrecarga personal que podría erosionar gradualmente tu energía, ¡incluso sustituir el agobio a esa sonrisa!

Inspiras confianza y admiración, pero, sin darte cuenta, puedes estar eclipsando a una asistente más competente de lo que sospechas, o subestimando a un paciente que, por falta de implicación, podría verse afectado en términos de adherencia u observancia. Al desresponsabilizar tu entorno, te expones a convertirte en la figura central de todas las expectativas, incluyendo —y especialmente— las de aquellos que pretendes proteger con tu omnipotencia.

Urge protegerte de este instinto y poner en marcha algunos ajustes simples para obtener el reconocimiento, el descanso, y la rentabilidad por hora que tu dedicación merece, canalizando mejor tu energía y apoyándote más en herramientas a tu medida y en tu equipo.

La inversión necesaria en tu caso sería limitada, ya que se trata principalmente de una transferencia de competencias, motivación y responsabilidades. ¿El resultado? Un éxito no sólo amplificado, sino también mejor compartido. El retorno de inversión de un trabajo de acompañamiento en organización debería ser rápidamente medible y especialmente beneficioso.

El omnipotente saturado
El omnipotente saturado
bottom of page